16/02/2025 - El viernes 14 de febrero, el presidente Javier Milei, desató una ola de controversias tras promocionar en su cuenta de Twitter el lanzamiento de una nueva criptomoneda meme llamada $LIBRA. El anuncio, acompañado del eslogan “Viva la Libertad Project”, capturó rápidamente la atención de inversionistas de todo el mundo, quienes se lanzaron masivamente a comprar el activo digital respaldado por el mandatario argentino.

En cuestión de minutos, el token experimentó un aumento vertiginoso en su valor, multiplicando sus cifras iniciales. Sin embargo, esta euforia no duró mucho. Poco después, un grupo reducido de tenedores comenzó a vender masivamente sus posiciones, lo que provocó una caída estrepitosa del precio. Este comportamiento generó sospechas de manipulación del mercado y dejó a miles de pequeños inversores con pérdidas significativas.

Según estimaciones preliminares, alrededor de 44.000 personas adquirieron el token durante este breve período. Entre el tweet promocional publicado por Milei a las 19 horas y un posterior mensaje en el que intentó deslindar responsabilidades, emitido a las 12:38 del día siguiente, se consumó un posible fraude que podría haber dejado pérdidas por al menos 87 millones de dólares.

El token $LIBRA fue desarrollado por KIP Protocol, una empresa liderada por Julian Peh, quien en los últimos meses mantuvo varias reuniones con el presidente argentino. Estas conexiones han generado aún más interrogantes sobre el nivel de implicación de Milei en el proyecto.

El escándalo escaló rápidamente a nivel internacional cuando Hayden Mark Davis, empresario y fundador de Kelsen Ventures, una de las compañías impulsoras detrás de $LIBRA, publicó un video en el que admitió haber sido asesor del presidente Milei. En su declaración, Davis afirmó: “mi principal responsabilidad era asegurar que el token tuviera suficiente volumen, liquidez y una tesorería sólida para respaldar su precio y ejecutar la visión del proyecto. Sin embargo, como asesor, hubo muchos factores fuera de mi control”.

Este caso ha puesto en el ojo de la tormenta tanto a Milei como a las empresas involucradas, levantando acusaciones de falta de transparencia y posible complicidad en prácticas fraudulentas dentro del incipiente mercado de las criptomonedas. Las repercusiones políticas y financieras del episodio podrían tener un impacto duradero tanto en Argentina como en la comunidad global de inversionistas digitales.

Mientras tanto, las autoridades regulatorias comienzan a investigar los detalles del caso, mientras los afectados exigen respuestas claras sobre lo ocurrido con esta controvertida criptomoneda.

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