08/08/2025 - La Cámara de Diputados dio media sanción este miércoles al proyecto de Ley de Financiamiento Universitario, una medida clave para fortalecer las universidades públicas en medio de una profunda crisis económica y salarial. El texto obtuvo 158 votos a favor, 75 en contra y 5 abstenciones, resultado posible gracias a la articulación de diversos bloques opositores, entre ellos Unión por la Patria, UCR, Encuentro Federal, Coalición Cívica, Democracia para Siempre y el Frente de Izquierda.

La iniciativa, que ahora pasará a consideración del Senado, establece tres pilares fundamentales: la actualización automática por inflación de los fondos destinados al funcionamiento de las universidades nacionales; la obligatoriedad de convocar a paritarias dentro de los próximos tres meses para recomponer los salarios del personal docente y no docente y el incremento y fortalecimiento del sistema de becas universitarias, clave para garantizar el acceso y la permanencia de estudiantes en situación de vulnerabilidad.

El resultado representa un duro revés para el oficialismo liderado por el presidente Javier Milei, que intentó bloquear la iniciativa desde el inicio de la sesión. Sin embargo, la oposición logró reunir el quórum necesario con 131 diputados presentes, ampliándose luego a 135, lo que permitió avanzar con el tratamiento sobre tablas.

Entre los diputados fueguinoss Carolina Yutrovic, Andrea Freites y Jorge Araujo Hernández, todos del bloque Unión por la Patria, votaron a favor del proyecto. Mientras el libertario Santiago Pauli (LLA) y Ricardo Garramuño, del Partido Social Federal (SF) votaron en contra, alineándose con la postura del gobierno nacional. Cabe acotar que sus votos tienen incidencia directa en la educación superior provincial ya que afectan a la comunidad educativa de la UNTDF.

Durante el debate, los defensores del proyecto resaltaron que el sistema universitario público atraviesa una emergencia financiera crónica, con salarios docentes desactualizados y presupuestos que no alcanzan para cubrir gastos básicos. “No se puede garantizar educación de calidad si las universidades no tienen fondos estables y si los trabajadores cobran salarios por debajo de la línea de pobreza”, afirmó un diputado del Frente de Izquierda.

Por el contrario, quienes votaron en contra, como Pauli y Garramuño, argumentaron que la propuesta “genera un gasto fiscal insostenible en un contexto de ajuste económico” y cuestionaron la falta de mecanismos de control sobre el uso de los fondos. No obstante, estas posturas fueron mayoritariamente rechazadas en el recinto, donde imperó el reclamo de sostener y fortalecer el Estado educativo.

Con media sanción en la Cámara baja, el proyecto ahora se traslada al Senado, donde su tratamiento será clave. Si se convierte en ley, marcará un antes y un después en la política de Estado hacia la educación superior, con financiamiento estable, salarios dignos y mayor inclusión estudiantil.

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